Y de Córdoba, tiramos para el otro lado, Murcia…
Era el último fin de semana de vacaciones con que había que disfrutarlo a tope, porque las siguientes vacaciones serian en septiembre.
La verdad es que no lo teníamos claro si granada o Murcia y el tema pintaba mal, porque era 1 de mayo, un largo puente y todo reservado.
Echemos mano a la plataforma Airbnb y casi estaba todo ya cogido en Granada, conque busquemos en Murcia y al final la cosa se quedó en el aire.
El mismo sábado por la mañana hicimos una búsqueda exprés y tras varios intentos frustrados, cogimos un pisito en Molina de Segura.
Molina de segura está a tan solo 12 km de Murcia y la casita que cogimos está en el mismo centro del pueblo.
Era una coqueto piso con 2 habitaciones decorado con mucho gusto.
El suelo era de parquet y la verdad es que estuvimos muy a gusto.
Tanto el sofá como las camas eran cómodas, y la cocina muy espaciosa.
Lo que más enamorada me tenía de la casa era este gramófono, que es una réplica de latón, madera y metal que es una auténtica obra de arte.
Al día siguiente de nuestra llegada, fuimos a Murcia a pasar el día allí y conocer sus principales maravillas.
Para empezar fuimos a la catedral, que estaba llena de gente viendo sus preciosas capillas.
Justo ese día, en todas las plazas había jóvenes leyendo la palabra de Dios, y como hacia buen tiempo pues la gente se acercaba a escucharlos.
Murcia me resulta muy acogedora, aunque muy cristiana y devota. La verdad es que sus templos son preciosos, como esta Puerta de las cadenas.
Dentro de la catedral podemos apreciar maravillas como esta Pila bautismal de un solo pie.
En ambos lados de la catedral hay numerosas capillas, donde los fervientes rezan a sus santos y les encienden algunas velas.
Yo suelo quedar maravillada con las vidrieras de colores, que con la luz del sol refleja preciosas imágenes en el suelo.
Para mi asombro, me encontré con la capilla de la Soledad, en donde se encuentra el sepulcro del obispo Landeira, que fue obispo de Cartagena desde 1861 hasta su fallecimiento en 1876.
Si pasamos el puente viejo o de los peligros, nos encontramos con una imagen y es la Virgen de los Peligros, cuyo letras rezan por encima de ella “Salus in Periculis".
A esta virgen se le atribuye haber salvado a Murcia de varias inundaciones.
Una vez fuera de la catedral, y tras un pequeño paseo nos encontramos que debajo de un puente que cruza el río Segura podemos apreciar el monumento en honor al entierro de la sardina.
Después de un largo paseo, había que reponer fuerzas y
tocaba echarse un bocado a la boca.
Una tapa típica de la ciudad de Murcia son las marineras,
y es una rosquilla con ensaladilla rusa y encima una anchoa.
De vuelta a Molina de Segura, dimos un paseíto por el pueblo, y a mi peque le doy fiebre conque decidimos coger comida para llevar.
Mientas mi marido estaba en el establecimiento pidiendo la comida, Noa y yo nos sentemos en un banco y en eso que me dice: ¡Mama te dedico este árbol!
Y le digo: ¿Y eso Noa?
Y me dice: ¡Mama, tiene forma de corazón y yo te lo regalo para ti!
Eso es amor y lo demás es tontería.
Eso es amor y lo demás es tontería.
Y con esta preciosa foto, nos despedimos hasta el próximo viaje que espero que sea pronto….
Pues mira, es uno de los sitios que me falta por conocer, muy inspirador tu post de hoy.
ResponderEliminarBesitos.
las fotos son preciosas....
ResponderEliminarbesitos!
Las veces que he estado en Murcia, me ha encantado, cierto y verdad que la prefiero en invierno ajja
ResponderEliminarNo lo conozco, pero tiene que ser muy bonito. Besos
ResponderEliminarUn viaje fantástico. Yo no he estado nunca en Murcia.
ResponderEliminarBesos
Que bonito viaje en familia. Yo he estado una vez en Murcia y la verdad me gusto mucho, así que espero muy pronto volver a repetir. Besitosss
ResponderEliminarEs una de las pocas ciudades españolas que me quedan por visitar. Un beso
ResponderEliminarMe gustan mucho tus fotos, yo nunca he ido a murcia, bss
ResponderEliminarMe encanta viajar, me ha llamado la atención la pila bautismal de un sólo pie. Besos
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