Cordoba

El segundo día en Córdoba estaba claro que era para descubrir sus maravillas,  conque nos fuimos directos al casco antiguo que nos pillaba a un paso…

Córdoba me enamoro por su leyenda que según data Medina Azahara fue construida por Abd al-Rahman III en honor a su amada Azahara.

Le construyo una ciudad palatina con los materiales más preciados, con hermosos jardines y adornos de los mejores mercaderes de la época.

Pero Azahara seguía triste porque añoraba no poder ver la nieve de Sierra nevada.

Inmediatamente el califa mando talar los árboles de La Medina y los replanto de almendros y cada primavera cuando los almendros abrían sus flores blancas, parecía que había nevado en córdoba y su amada ya no volvió a estar más triste.

Y empezamos nuestro paseo por esta bella ciudad…

Lo primero que nos recibe es el molino de San Antonio, situado bajo el puente romano, actualmente restaurado.

Seguidamente pasamos por la torre de Calahorra, que es una fortaleza con entrada al Puente Romano.

Nos maravillamos por el pasar del rio Guadalquivir bajo la atenta mirada del puente Romano que une 2 carismáticos barrios.

En dicho puente siempre encontraremos a gitanas con ramitas de romero, que nos leerán la mano por un precio simbólico.

Conmigo no acertó ni una, conque le dije, quédate con la ramita, y mucha suerte en tu próximo parto y que sea prontico…ya que estaba embarazada. 

Tras salir del puente romano nos encontramos la puerta del Puente, que es una de las tres únicas puertas que se conservan de la ciudad de Córdoba.

Que nos llevara a la amplia plaza del triunfo con fachadas de estilo neomudejar.

Y de lleno, nos encontraremos la atenta mirada del Arcángel San Rafael, Ángel Custodio de la ciudad.

En la misma plaza del triunfo encontramos una tienda de souvenirs, donde comprar un bonito recuerdo de la ciudad de Córdoba.

En la mezquita de Córdoba nos encontramos con numerosas puertas doradas, que invitan al viajero a descubrir el nombre de cada una de ellas.

Otra maravilla por ver, es la fachada de estilo gótico del antiguo Hospital de San Sebastián, actualmente Palacio de Congresos de Córdoba, y se encuentra enfrente de la fachada oeste de la Mezquita.

Dentro de la mezquita nos encontraremos el patio de los naranjos, en donde podemos ver puertas como la puerta de las palmas.

Y en la zona contraria a la puerta de palmas, nos encontramos con la torre campanario.

No solo el patio de los naranjos, sino todo córdoba está plagada de flor de azahar, flor elegante y delicada que perfuma cada  rincón de la ciudad.

Otro sitio que no podemos dejar de visitar es la calle del pañuelo. 

Se denomina así porque de pared a pared, tiene la medida de un pañuelo de hombre (50 cm).

Esta calle no tiene salida y al final de ella llegamos a una plazuela con una fuente y un naranjo y se dice de ella, que es la placita más pequeña del mundo.

Y hasta aquí llega nuestro viaje por el casco histórico de Córdoba.

Espero que os haya gustado nuestro recorrido y os espero en el siguiente post de viaje.