Una nueva escapada apuntada en nuestro cuaderno de viaje nos llevará a Trevélez, aunque nuestro punto de partida empezará en Laujar de Andarax, será nuestro sitio para descansar y sobre todo comer de lujo, regado con un buen vino.
Trevélez, es una localidad y municipio perteneciente a la Alpujarra granadina, y se encuentra a una altitud de 1.476 metros sobre el nivel del mar. Se encuentra dentro de Parque Nacional Sierra Nevada y es el pueblo más alto de Andalucía, y el segundo más altos de España.
Nada más llegar y aparcar, el tiempo nos regaló pequeños copitos de nieve, el tiempo premiaba lluvia, pero había un sol que se negaba abandonar sus cálidos rayos de sol.
![Trevelez Trevelez](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhb6PGdr4FcvSywzhOK2UM-fE6g46NEA5JzCiT6JfvfgiQl12-wwbcXh_ZXDJmiPxdmLgJ5y0cfpoB_b0MhLzbDD_bd_kstTnt4MKTbr8mYjyrgyuJfaLjU6fE9a-F34LIFMZw5SY0VXwjk-JovEpGPWbmQwB20TN6RgpWevTDUJIKu57q211U-dkO1XQ/s16000/IMG20220423114654.jpg)
Trevélez es famoso por sus jamones curados de forma natural gracias al aire de Sierra Nevada. Estos jamones son mundialmente conocidos y cuenta con Denominación de Origen.
El rio Trevélez es uno de los mejores ríos para pescar truchas y sus aguas fluyen del deshielo de sierra nevada.
El cerdo es famoso en estas tierras y como bien se dice del cerdo hasta los andares.
El jamón de Trevelez tiene unas características muy peculiares, ya que se obtienen únicamente de cerdos de las razas Landrace, Large-White y Duroc-Jersey, o sus cruces, alimentado con piensos vegetales.
Se utiliza sal marina y las características climatológicas de la zona hacen que sea un jamón con bajo contenido en sal. El proceso de secado y curado se realiza de forma natural y bajo métodos tradicionales.
En Trevélez también podemos visitar el museo del jamón Vallejo, que es el secadero de jamones más antiguo de la alpujarra y allí podemos ver y conocer cómo se elaboran los famosos jamones de Trevélez.
Subiendo a los barrios altos, nos encontramos estos animalicos perdidos...
La iglesia parroquial de San Benito del siglo XVIII, fue reformada tras la Guerra Civil, y es de estilo mudéjar.
Me llamó la atención una exposición de puertas de estilo mudéjar, realizada artesanalmente por maestro carpinteros.
Tras visitar los barrios medio, bajo y alto, tomemos rumbo al aparcamiento y nos despedirnos del pueblo.
No sin antes, degustar una tapa de jamón de Trevélez y un vino de la tierra.
A Noa le regalemos una hucha de cerdito, para que ahorres sus dinerillos.
Y soplillos de Cadiar, elaborados con huevo, azúcar y almendras.
Y no podíamos dejar el pueblo sin llevarnos un buen jamón de Trevélez, que por cierto tiene un aroma y un sabor que lo hacen único.
Y Hasta aquí llegamos, dejando atrás un bonito pueblo que sus jamones deleitan al mundo entero.
¿Conocíais Trevélez?
Y vaya maravilla de escapada
ResponderEliminar¡Qué buen jamón se come ahí, dí que sí!
ResponderEliminarBesitos.
Una excursión magnífica y supongo que aprovecharías para comer jamón.Besicos
ResponderEliminarUn viaje muy chulo. Se nota que lo habéis pasado genial.
ResponderEliminarBesos