Amanece un nuevo día en Benidorm y hemos decidido ir al centro y visitar el mirador, hacer algunas comprar y refrescarnos un poco porque el calor aprieta.
Antes de bajar al famoso balcón del Mediterráneo, Noa quiso posar junto al ancla.
Para bajar hasta el mirador, hay que recorrer unas
empinadas escaleras en forma de zig zag, no aptas para personas que le dan miedo
las alturas, porque está claro, que luego hay que subirlas.
El mirador esta justo en el centro, y separa la playa de poniente y levante.
Está es la zona poniente, y al fondo se distingue el gran hotel Bali y el residencial Intempo.
Y la zona de levante.
Junto a las rocas, podemos admirar numerosas aves.
Tras bajar las interminables escaleras, encontramos un precioso mirador, y un lugar de descanso, en donde los rayos de sol nos acaricia y la bruma de mar nos perfuma.
Bajar es muy fácil, lo duro es subirla y más si en el camino te encuentras a gente que quiere bajar las empinadas escaleras.
Antes de bajar al mirador, encontramos estos cañones, y no están hay por casualidad, sino como monumento histórico, ya que el mirador fuerte una fortaleza que era utilizada como defensa contra
piratas argelinos y berberiscos.
El Castillo fue abandonado, y en la actualidad
sólo queda algunos restos de las murallas, que yacen sobre las rocas del mirador.
Tocaba reponer fuerzas y refrescarnos y que mejor hacerlo
con una caña y su tapa. Aquí en Benidorm por 1,50€ te pone una caña fresquita y
la tapa que el camarero tenga en ese momento, no es mucho pero se agradece.
Como teníamos pensión completa en el hotel, había que aprovechar, conque nos fuimos directo al comedor, que ya estaba lleno.
A mi pequeña consentida, no se le ocurrió otra cosa, que querer ir a la piscina, que por cierto estaba helada, ya que estamos hablando de marzo.
Pues como insistió tanto le dije solo los pies y ella todo emocionada venga para dentro y para fuera, total, que se resbalo y mojadita entera llego.
A tan solo unos metros del hotel, fuimos directos a la única
playa que tiene la cala Finestrat. Y en ella hay un bonito paseo con bares y restaurantes, incluso un parque infantil, en la arena.
Con vistas al islote de Benidorm.
Una cala tranquila, en cuyo mes de marzo podemos ver a gente acercarse a la orilla y disfrutar del bue tiempo de la zona.
Hoy es nuestro último día en el gran hotel Bali, y no podemos perdernos nuestra última cena.
Es tipo buffet y cuenta con una zona de cocina en vivo.
Tanto los camareros como la maître, fueron muy serviciales y no hicieron estar como en casa.
Desde este pequeño espacio le doy las gracias a Ion y a la maître por hacer tan feliz a mi princesa.
Y nos vemos en el siguiente post viajero...
Este año no he podido ir todavía a Benidorm, suelo ir en junio y luego en octubre, espero poder ir más adelante.Una bonita excursión es ir a la isla de benidorm y coger allí el barco submarino que te da una vuelta alrededor de la isla mientras ves el fondo marino con todos sus "habitantes acuáticos". Besicos
ResponderEliminarUn sitio precioso, y Noa tan bonita como siempre.
ResponderEliminarUn besito!
Que buena escapada!!!! Y tu niña que grande y que guapísima está. Besicos
ResponderEliminar