Capileira es precioso pueblo de la Alpujarra Granadina.
Gran parte de su término municipal pertenece al parque nacional de Sierra Nevada, llegando hasta las cimas del pico Veleta y el Mulhacén, techo de la península ibérica, convirtiéndose en uno de los municipios más altos de la península. Todo el municipio forma parte igualmente del Conjunto Histórico del Barranco del Poqueira.
Nos alojemos en Muley hacen 3, un apartamento rural con una coqueta decoración típica alpujarreña, que no le faltaba ningún detalle.
Además su anfitriona, Susana, es un encanto y está pendiente de que no falte nada y estemos muy a gusto en nuestra estancia.
Capileria es uno de los pueblos más bonitos de la alpujarra granaína, sus tinaos, sus casas típicas blancas y su ambiente bohemio hace de este pueblo un lugar muy acogedor y de ensueño.
Al día siguiente hicimos una parada en el Mirador de Capileira para disfrutar de unas increíbles vistas de todo el barranco de Poqueira y de los pueblos de Bubión y Pampaneira, en la ladera izquierda, pero la mañana nos sorprendió con una niebla típica de la zona de alta montaña.
Nuestra idea era haber hecho un sendero, pero tuve la mala suerte de doblarme el tobillo y se me puso como una bota, conque toco dar una vuelta por la zona. Fuimos hasta Pampaneira andando haciendo parada en Bubión, con una niebla densa, y la verdad es que mereció la pena recorre unos 6 kilómetros cuesta abajo.
*Por la carretera os encontrareis castaños, pero no cojáis esas castañas, ya que son “Castañas locas” como le dicen allí, ya que son castañas de india, no aptas para comer, y muy utilizadas tanto el fruto como las hojas para tratar problemas de circulación, hemorroides y varices.
Al llegar a Pampaneira nos sorprendió una feria de artesanía, turismo y agricultura ecológica, con varias actividades para grandes y pequeños.
Al día siguiente partimos para Pitres, un pueblo de montaña con puerto marítimo.
Este pueblo tiene una leyenda que pasa de padres a hijos y se le conoce como “Bárbaros” a sus habitantes, ya que se le conocen por su socarronería, que en cierta ocasión se les ocurrió pedir a un gobernante local la concesión de un puerto de mar, el político les respondió “¡Concedido lo tenéis!”. Por lo que este pueblo posee un puerto de mar, paseo marítimo e incluso un barco .
Federico García Lorca en la primavera del 1928 visito Pitre con 2 amigos y prueba de ello, lo encontramos en una fachada de la plaza del pueblo.
El Puerto de Pitres se hermanó en 1988 con el de Motril, y de este puerto recibió como regalo un ancla, que está colocada en la plaza, incluso un barco, que fue donado por la Asociación Cultural Rebalaje de La Rábita.
Nuestra siguiente parada es en Póstugos, para ver el área recreativa el Chorreón, con una impresionante cascada de agua color naranja, en un paraíso perdido en plena naturaleza.
Y junto a la ermita de la virgen de las angustias tenemos la fuente agria que debe su nombre a su manantial de aguas ferruginosas, con gran contenido en hierro y gas natural.
Se debe beber de sus 5 caños, pues cada uno sale con un sabor distinto, unos con más sabor ferruginosos que otros.
Y la siguiente parada fue a Trevelez y fuimos directos al museo, secadero de jamones Vallejo, a comprar un buen jamón secado al aire de la sierra alpujarreña.
¿Qué os parece mi fin de semana?
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